Ayer leyendo este artículo sobre la reforma educativa “Se mantiene la cuantía de las becas pero aumentan las exigencias académicas para recibirlas” (que enlazo para quien esté interesado en ver las novedades) me puse a pensar en la importancia que tienen y tuvieron siempre las becas. Esas gracias a las que tanta gente se pudo permitir estudiar y que ahora ven peligrar su existencia.
El resumen del artículo es que la cuantía total no se ve modificada respeto al año anterior, pero, como novedad principal se introduce el rendimiento académico como requisito para acceder a estas ayudas, además de la renta y el patrimonio familiar como condicionantes para las mismas.
Uno de los puntos que más opiniones en contra está teniendo; es el hecho de que si los beneficiarios que no superen el 50% de los créditos en los que se hayan matriculado tendrán que devolver el importe íntegro de la Beca.
No queriendo entrar mucho en debate sobre esta reforma, lo único que espero es que estas novedades no desemboquen en el hecho de que se aumenten todavía más las desigualdades a la hora de poder estudiar. Y que no ponga en peligro el hecho de que las personas con menos recursos económicos puedan seguir estudiando. Ya que, como dije al principio del blog, gracias a las ayudas a los estudios fueron y continúan siendo muchos los que se pueden permitir continuar con sus estudios.
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